sábado, 28 de junio de 2014

Cuenca por el Sagrado Corazón de Jesús


FESTIVIDAD DEL CORAZÓN EURARÍSTICO DE JESÚS

Ayer desfiló por las calles del casco antiguo la procesión del Sagrado Corazón de Jesús, partiendo de la parroquia del Salvador.

Desfile procesional del Corazón de Jesús
En todos los tiempos y en todas las naciones se ha representado el amor simbolizándolo en un corazón y ésta fue la idea de Jesús al revelarle a las Santa Benedictinas Gertrudis de Helfa y Matilde de Hackeborn primeramente y después a su confesor de Paray-le-Monial, Santa Margarita, la devoción que en los últimos tiempos había de caldear al mundo enfriado en el divino amor. De ahí que la devoción al Sagrado Corazón de Jesús consiste en adorar el amor de Cristo, adorando el símbolo material de este amor, que es el corazón.

Adoración al Sagrado Corazón de Jesús. Detalle andas
En la aparición de Jesús a Santa Margarita le dice que quien orara con devoción al Sagrado Corazón de Jesús recibiría muchas gracias divinas. Hay una fecha concreta en que esta devoción pasó a vivirse con un mayor fervor y es el 27 de diciembre de 1773 cuando el confesor de Santa Margarita, creyendo en su declaración propagó la devoción. Los jesuitas extendieron por el mundo a través de los miembros de la Compañía. Con la llegada de Felipe V la devoción se reafirma por la carta que escribe Benedicto XIII en 1727, pidiendo Misa y Oficio propio al Sagrado Corazón de Jesús, para todos sus Reinos y Dominios.

La consagración pública de España al Sagrado Corazón fue hecha primero por Carlos María de los Dolores de Borbón y Austria y después por el rey Alfonso XIII que lo haría de forma oficial en Getafe, en el Cerro de los Ángeles, centro geográfico de la Península Ibérica.  

Cuenca prometió al Sagrado Corazón de Jesús en el Acto de Consagración de la Ciudad, celebrado el 16 de junio de 1940: “Cuidaremos de tus cosas para que Tú cuides de las nuestras”. El Señor ha cumplido su parte con divina magnanimidad… ¿Y nosotros qué?

Cuenca, 28 de junio de 2014

José María Rodríguez González

miércoles, 18 de junio de 2014

Lugar de encuentro, antiguo cine Xúcar


EL TEATRO CINE XÚCAR

Punto de encuentro de generaciones

Hay sitios, lugares y espacios que por las vivencias que has tenido,  guardas gratos recuerdos de ellos, creo que el cine Xúcar es uno de esos lugares. De joven decíamos ¿Dónde quedamos? ¡En el Xúcar! Así fue para las generaciones a partir de los cincuenta; para las anteriores era la Ventilla, que así es como se denominaba el lugar.
Edificio Xúcar - aspecto actual

En este punto estaba emplazada una antigua gasolinera llamada “La Ventilla”, en 1952 se iniciaron las obras del que sería hasta nuestros días el “Gran Cinema-Teatro Xúcar” hoy ocupa su interior la tienda de MANGO. El solar fue adquirido por los hermanos Manuel y Gerardo Navalón. El arquitecto que diseñó el edificio fue D. Manuel Muñoz Monasterio. Introduciendo algunas variaciones el arquitecto D. Eduardo Torallas López, dándole un toque de estilo Victoriano. Estos hermanos fueron los segundos propietarios ya que los anteriores abandonaron la obra. El proyecto fue mejorado por el arquitecto D. Miguel García Monsalve siguiendo como aparejador D. Agustín Carretero y como maestro de obras, el albañil conquense Pedro Muñoz.

El edificio constaba de semisótano, con acceso directo desde la calle e independiente del cinematógrafo, que se destinaba a sala de fiestas, la que contaba con un pequeño escenario para orquesta y una gran pista para bailar, bar, guarda ropa y servicios.
Proyecto edificio Xúcar. Año 1952

Sobre esta planta a la altura de la calle, iba el patio de butacas y escenario para cine o teatro, guardarropa, bar, servicios y un gran vestíbulo situado inmediatamente detrás del pórtico que todos hemos conocido.

Por encima de ésta y en vuelo el entresuelo y sobre este, el principal, al que se accedía por dos grandes escaleras laterales que partían del vestíbulo. El principal estaba equipado de bar y servicios, al que llamábamos “gallinero”, donde a los niños nos gustaba situarnos en la sesión de tarde para ver la película y comernos la merienda. No es que en casa sobrara el dinero para ir los domingos al cine en la sesión de tarde, pero tuve la suerte que entre los oficios que tuvo mi abuelo Sabino, además de carpintero, músico, sereno, fue el de portero y acomodador de este cine. Él no nos dejaba entrar gratis, no quería privilegios para los suyos, pero Bautista Utanda, el otro portero que nos conocía, se apenaba de nosotros y sí nos dejaba entrar. Esperaba a que mi abuelo se ausentara de la puerta para decirnos que entráramos, corríamos mi hermana pequeña y yo por las escaleras hasta el entresuelo y si había butacas vacías las ocupábamos, de lo contrario nos sentábamos en las escaleras, permaneciendo allí durante toda la proyección.

La capacidad del teatro era de tres mil butacas, entre el patio, entresuelo y principal. La iluminación era indirecta y con luz rasante. Tenía calefacción y refrigeración.

Un hecho poco conocido fue el hundimiento de la armadura metálica de la cubierta del edificio, el miércoles día 25 de junio de 1952, resultando once obreros heridos, entre ellos un muerto. En un primer momento fueron atendidos en la Casa de Socorro por el Doctor D. Cristian Casares y el practicante D. Francisco Martínez Olivares, se incorporaron a la tarea el Doctor D. Miguel Suay y los practicantes Domínguez y Pinós, tres de los heridos fueron dados de alta. Se dijo que la culpa fue de la Casa MADUCA de Valencia a cuyo cargo estaba el cálculo de la construcción de las formas y colocación en obra de las mismas. La instalación y el montaje de la armadura metálica de la techumbre lo hicieron obreros especialistas valencianos, bajo la dirección del ingeniero de la casa D. Mauricio Ducajú.
Aspecto del edificio Xúcar en los años 60
Los heridos fueron: Tomás Pérez Vergas, de 20 años; Gregorio Olivares Martínez de 64 años; Emilio Patrón López, de 38 años; Reyes Cuevas García, de 30 años; Dionisio García López de 27 años; Francisco Martínez Gallarte de 19 años; Félix Soriano Cardo de 60 años; Hilario Saiz Martínez, de 42 años y Rufino Huerta Martínez de 44 años. El fallecido fue Emilio Patrón López.

El entierro del fallecido fue presidido por el Excmo. Sr. Gobernador Civil,  D. Gabriel Juliá Andreu. El féretro partió del Hospital Provincial hasta la ermita de Ntra. Sra. De la Luz. Asistieron numerosos productores y público en general. El Sr. Gobernador, terminado el entierro entregó un donativo a la familia de mil pesetas. Los dueños del cine se comprometieron a que la primera función que se celebrase sería destinada a la familia del obrero muerto Emilio Patrón.


El 12 de febrero de 1953 se efectuaron las pruebas  de carga en la cubierta, disponiéndose 500 Kg por metro cuadrado, resistiendo satisfactoriamente. En los voladizos del entresuelo y principal, se efectuó disponiendo 1.200 sacos terreros de 50 kg cada uno lo que supuso una carga total de 60.000 kg, el aforo era de 240 espectadores que calculando un peso de 65kg por persona hace un total de 15.600 kg que viene a ser la cuarta parte del peso de la prueba. Actúan durante 36 horas. Todas las pruebas fueron satisfactorias.
El 4 de octubre de 1953 se inaugura el Cine-Teatro “Xucar” con la intervención de los grupos de jotas de Calamocha (Teruel).

El uno de abril de 1956 se instaló el sistema de Cinemascope del cine Xúcar, lo instaló una casa de Madrid especialista en ello. A las máquinas de proyección de alta frecuencia, se les instaló el correspondiente juego de objetivos anamórficos para “Cinemascope”, todos ellos de marca alemana. La pantalla se cambió por una de marca “Dove” de material plástico, ésta en la proporción de 1 X 2,55 que es la adecuada para este sistema de cine. También fueron cambiados el sistema de audio, dependiendo el volumen de la mayor o menor afluencia de público en la sala.  
El teatro Xucar, con sus obras de teatro y en especial con la revista representó para Cuenca la época del destape. Juanito Navarro, Lina Morgan y Quique Camoiras fueron los actores más representativos. La compañía teatral de Quique Camoiras no faltaba cada verano para las ferias de San Julián, con obras como: El hombre Rojo; Eva al desnudo; Don Armando Gresca; Ponte el bigote, Manolo; Que sólo me dejas… hicieron las delicias de los conquenses de los años sesenta y setenta.

José María Rodríguez González
Profesor e investigador histórico

Cuenca, 16 de junio de 2014

lunes, 9 de junio de 2014

El Rey Felipe IV en la procesión del Corpus de Cuenca


Felipe IV preside la procesión del Corpus de Cuenca en 1642

(Vivencias con mi abuelo)

Era costumbre en Cuenca, como en otras ciudades, el desfilar los niños que han realizado su primera comunión en el mes de mayo. El domingo anterior a la festividad me dispuse, como cada domingo, a acompañar a mi abuelo a misa de doce a la Catedral. A la salida de misa nos sentamos en los poyetes de la barandilla de la Plaza, entre sol y sombra. Acertó a pasar el barbero del barrio, llamado Estival, ¿Qué Sabino, tomando el sol? Contestando mi abuelo en plan sarcástico, ¡no esperando el Corpus!




Procesión del Corpus 2014 - Cuenca
Por cierto me ha dicho tu madre que te sacará en la procesión del Corpus como has hecho la Primera Comunión ¿Sabías Josemari, que en 1642 vino el rey Felipe IV a Cuenca por estas fechas y presidió la precesión del Corpus? No abuelo, cuéntamelo:

Para que entiendas el motivo de que viniera el Rey a Cuenca tengo que empezar contándote otras cosas. Por esas fechas se había sublevado Cataluña contra el poder real de los Austrias (1*). La Reina Isabel padecía celos por de la vida disipada que su esposo llevaba, inducido según su creencia por los consejos privados de D. Gaspar de Guzmán, Conde Duque de Olivares (2*). Tomando como buena ocasión para separar al monarca de su favorito, indujo a Felipe a que emprendiera la marcha a la zona de la rebelión, poniéndose al frente de sus tropas. Mientras tanto el Conde-Duque había de quedar en la corte para el despacho de los asuntos administrativos y de normal gobierno evitando su influencia en conductas deplorables de las que se oía hablar del Rey. Pero las ilusiones de la inocente reina quedaron desvanecidas, cuando vió como junto a Felipe partía D. Gaspar de Guzmán y con un séquito tan numeroso y de tal calidad que más parecía gira de placer que expedición castrense.
Felipe IV - Velázquez

Una vez sofocada la sublevación (1*), nuestro flemático rey se viene a Cuenca. Llega a esta ciudad el día 27 de Mayo y entre cacerías, fiestas y representaciones en la casa de comedias, la que consta en el archivo Municipal de las disposiciones reguladoras, permaneciendo hasta el día 28 de junio.

Entre las fiestas que se organizan en su honor figura una corrida de toros, celebrada del modo más original. Sobre el río Júcar se monta un amplio tablado que sirve de plaza a las variadas suertes de tauromaquia. Haciendo un inciso me dice: ¿Te ha dicho tu padre que tu otro abuelo fue torero? No abuelo, no me lo ha dicho por miedo a que sigamos su oficio. Bueno Josemari, dejemos ese tema y sigamos con el Corpus. Sabida era la religiosidad de los “Felipes”. Con un criterio tan amplio como el de pensar que San Pedro haría la vista gorda para los pecados contra el sexto Mandamiento, rezaba como el más devoto penitente y enamoraba a las mozas como el más pinturero galán. Abuelo no entiendo esto. Josemari eres joven pero ya lo entenderás. Quiere decir que el Rey le gustaba tontear con las mujeres sin miedo a morir en pecado porque siempre llevaba algún obispo para ser confesado y perdonado de sus pecados.

Foto comunión-José María Rodríguez González 
Llegado el día del Corpus manifestó deseos de ponerse al frente de la tradicional procesión solemnísimamente celebrada desde Carlos V en nuestra ciudad. Junto al monarca se situó todo su real cortejo, compuesto de personalidades como el Embajador de Alemania; el Cardenal Espínola, el famoso pintor Velázquez, el citado Conde-Duque, el Obispo de Málaga y otros cortesanos que lo acompañaron.

La procesión fue todo un desfile de galas, de planas y cintillos, bandas y chambergos, walonas (3*) y púrpuras, con decirte que jamás se ha visto en Cuenca una procesión tan lucida que rindiera homenaje al Dios del Amor en el Sacramento de la Eucaristía por la Plaza Mayor de Cuenca.

Soldado de la Guardia Walonas
Era el día 19 de junio de 1642. El Rey se sentía como en su propia casa. Su satisfacción fue aumentada y más con las noticias que le trajo el correo de D. Francisco Melo (4*), General de las armas españolas de Flandes. Con pliego sellado portaba el siguiente mensaje: “En la frontera hacia Cambray a 26 de mayo se avia derrotado al francés el exército que tenia de 100 mil franceses y que le avía ahogado más de 3.200 y que le tenía prisionero de 3000…”.

Con tales noticias el rey Felipe IV quiso ver el cuerpo del Glorioso San Julián, siendo complacido el día 23 de junio.

Entusiasmado el monarca con las demostraciones de afecto que recibió de los conquenses durante su estancia en esta ciudad quiso demostrar su satisfacción y gratitud y entre las diversas prebendas con que lo significó figura el obsequio que hizo a San Julián de una lámpara de plata de peso de mil ducados y más de mil ducados de vellón para dotarla.

La rapiña francesa en la guerra de la Independencia despojó a nuestra catedral de tan magnífica joya.
Con tanta explicación se nos hizo la hora de comer y la abuela Florencia subió a buscarnos a la Plaza y regañándonos, tomamos el camino de casa. Sigilosamente mi abuelo me dijo: no olvides lo hablado y apuntalo para más adelante recordarlo, es sabiduría popular y un hombre debe saber estas cosas de su pasado.
José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico
Cuenca, 7 de junio de 2014
 

(1*) El día del Corpus Cristi de 1640, Cataluña se subleva matando al virrey de Cataluña, Conde de Santa Coloma, y a todos los funcionarios reales. Debido a eso, se conoce como la rebelión como la sublevación de Santa Coloma. La revuelta se les fue de las manos y reconociendo su incapacidad para controlar la revuelta y convertirse en nación, los dirigentes catalanes se aliaron con Luis XIII con el pacto de Ceret, pagando a Francia lo que no quisieron pagar a España. Cataluña se llenó de soldados y mercaderes franceses. Abreviando mucho, en 1642 Felipe IV tomó Barcelona y se acabó la fiesta. Francia se forro con el dinero y recursos catalanes y a demás con la pérdida del Condado del Rosellón (1959) que era la parte transpirenaica de Cataluña.

(2*) D. Gaspar de Guzmán y Pimentel, Conde-Duque de Olivares. Muerto Felipe III y elevado al trono su hijo Felipe IV, el Conde, que era Gentilhombre de Cámara suyo, se mantuvo a su lado en calidad sólo como un íntimo confidente, hasta que murió su tío D. Baltasar de Zúñiga  que fue nombrado Primer Ministro.

(3*) Walonas. Oficiales y soldados reales.

(4*) Francisco Melo de Portugal y Castro. Capitán General de los Tercios españoles de Flandes. Gentilhombre de cámara de Felipe IV, desempeñó misiones diplomáticas en Italia y Alemania y participó en la Guerra de los Treinta Años.

viernes, 6 de junio de 2014

EL LEGADO PERDIDO EN CUENCA


LA EDIFICACIÓN DEL SIGLO XIX.

Hace pocos días, buscando información subí al Archivo Histórico Provincial, donde duermen los legajos, atados con cuerdas y apilados, guardan los acontecimientos adormecidos en el ángulo oscuro del olvido esperando ser despertados para la adquisición del dato que pueda reconstruir el acervo nuevo de la Historia de Cuenca.


Edificio desaparecido de la
 Plaza de la Hispanidad
De aquí pasé al Archivo Catedralicio, que junto al Archivo Histórico Provincial podríamos denominar los “Palacios de los tiempos” en cuyas mansiones habitan pletóricos de vida los siglos con sus generaciones de aciertos y desaciertos en sus aspectos políticos, sociales, artísticos y guerreros, archivos atentos y acogedores de sus visitantes a quien nunca reciben mal, proporcionando la información apetecible al investigador que busca, con su paciente entusiasmo la información que a veces se torna en cansancio y desilusión al no encontrar lo que animosamente es buscado.

Antigua Escuela de Magisterio de Cuenca
Edificio desaparecido
C/ Calderón de la Barca
Todo investigador sabe que  no sólo se recoge el “dato histórico” en los legajos de papel, ni el pergamino de las ejecutorías, ni en los libros “De Becerro” ni en los “Libros de Fábrica”. Hay otras fuentes tan importantes como esos a las que llamo: “Archivos de Piedra”, testigo de ello fue mi última investigación publicada por la Excma. Diputación Provincial de Cuenca: “Iconografía e iconología de la Catedral de Santa María de Cuenca”. Estos “Archivos de Piedra” situados en los laudes de los sarcófagos de mármol, o en  los exteriores de los edificios y que tan poco caso se hace de ellos, creados por heráldica, situados en las hornacinas y arcos de las iglesias o sobre los laudes de los sarcófagos de mármol o en los adornos y decorados que poseen sus fachadas que marcan un periodo de tiempo determinado. 
Las ciudades y los pueblos no nacen por generación espontánea, tienen sus gentes y sus costumbres que las distinguen y diferencias de otras y esta historia se guarda en “Las partidas de piedras” de sus edificios, de sus “Blasones” de sus detalles pintorescos de sus casas. Estos detalles son retirados o destruidos sus construcciones, unas veces porque afean el conjunto, otras caen destrozados por la piqueta del alarife para agrandar las ventana o para ser sustituido por una edificación más moderna sin conservar sus fachadas y la mayoría de las veces por la especulación de los terrenos sin tener en cuenta la historia y el pasado que representan.  

¿Qué fue de los edificios de la Calle Calderón de la Barca? ¿Quién ha mirado por ellos? En mayo de 2004, como profesor de Imagen y Expresión saqué a mis alumnos a las calles de la ciudad en busca de los edificios emblemáticos del XIX, para que las nuevas generaciones de conquenses aprendieran a querer su historia reciente, a descubrir la rica construcción de un siglo que se terciaba lejano pero al
mismo tiempo cercano a nosotros. A descubrir por ellos mismos, tras el objetivo de la cámara, la estética del pasado. Es en ese periodo cuando se imitan las antiguas arquitecturas egipcias, indias, chinas, románticas o góticas, tomando elementos de una y otra, añadiéndolos a sus fachadas que adornan ventanas, puertas y balcones.  No es que tuviéramos grandes construcciones, como las realizadas por Gaudí, pero sí poseíamos, y algo seguimos poseyendo, de este tipo de construcción, en las calles: Ramón y Cajal, Cervantes, José Cobo, Carretería, Doctor Chirino, Hermanos Valdés, Calle del Agua; algo queda en Calderón de la Barca, en Avda. Virgen de la Luz, etc. ¿Hasta cuándo? Porque vemos como día a día van desapareciendo sin que nadie repare en ello o que el Ayuntamiento exija la reconstrucción, al menos, de la fachada original que poseía. Un ejemplo reciente es el nuevo edificio de la Plaza de la Hispanidad que aún está en construcción. ¿Qué parecido tiene con el original? ¡Ninguno!
Edificio aún existente en C/ José Cobo
Con adornos chinescos. Siglo XIX


Yo no soy quien para romper lanzas en contra de las alegadas razones, más sí afirmo que  no existen motivos para hacer bancarrota de la historia de Cuenca que, en páginas de piedra escribieron las generaciones del siglo XIX, haciendo girones y llevándose tras de sí las gloria de los que por Cuenca pasaron en esa época, dejándonos los encantos chinescos y adornos clásicos de la Cuenca del XIX. ¡Respetemos el patrimonio!

José María Rodríguez González

Profesor e investigador histórico

Cuenca, 6 de junio de 2014