miércoles, 13 de abril de 2022

El Jueves Santo de 1802


UN JUEVES SANTO EN LOS ALBORES DEL SIGLO XIX

Desde hace muchos años, en la puerta de la Parroquia de la Virgen de la luz, espero con impaciencia la salida de la procesión de Paz y Caridad. Los banceros hacen mil filigranas para vencer el dintel de la puerta, casi llegando a tocar al suelo para vencer las barreras arquitectónicas del templo. Es impresionante ese momento y me gusta estar allí tomando con mi cámara, cada esfuerzo de los hermanos que supone un equilibrio de fuerzas y cariño por su paso.

Jesús del Puente
Estos días, ojeando los anales de 1802 me he encontrado que los pasos que componían la procesión no salían de la ermita de San Antón, sino de la de San Roque, situada en extramuros de la ciudad, donde tenían su sede los pasos de Jesús Nazareno con la Cruz al hombro y el Paso de Jesús con la Caña. Salían de la ermita y pasando la muralla por la Puerta de Valencia, se incorporaban a los que ya esperaban , procedentes de las iglesias de Santo Domingo y San Andrés, desfilando todos por las estrechas y empinadas calles, entonando el impresionante Miserere en un ambiente emocional, el cortejo se encaminaba lentamente hacia la Catedral.

Entre los documentos encontrados del año 1802, aparece la tramitación de la reforma de las antiguas Constituciones del Paso de la Caña. En Junta general celebrada en 19 de abril en la casa-morada de Don Nicolás Jiménez, presbítero, se nombraron comisarios para esta reforma a los hermanos siguientes: Salvador Valiente, Joseph Castelblanque  y Cabrejas; Claudio Lucas, Mathias Benito Gómez y Lorenzo Ramón Valiente. Estas diligencias del 26 de junio, 4 de noviembre y 9 de noviembre, fueron ejecutadas por el Provisor y Vicario General de la Diócesis D. Juan Antonio de Monasterio y Salazar, ocupando la silla episcopal el Ilmo. Sr. Antonio de Palafox.

En este año de 1802, el 9 de diciembre a las dos de la tarde falleció el Ilmo. Sr. Obispo Antonio de Palafox y Croy. Fue propuesto para la silla episcopal  de Cuenca el 6 de julio de 1800.

La ermita de San Roque fue destruida pocos años después. En ella se hicieron enterramientos ocupando un gran sector de sus alrededores. Después de la invasión francesa los pasos de esta ermita fueron recogidos por la parroquia de San Esteban, hasta el 31 de enero del año de 1813, el Provisor y Vicario General de la Diócesis, ofició a las hermandades para que fueran trasladados a la ermita de San Antón, por tener que colocar a Nuestra Señora del Puente, después de las obras realizadas por mediación del Ayuntamiento y de acuerdo con su disposición.



Un siglo después, la procesión de Paz y Caridad, concretamente del año 1932, salía de San Antón, a las cuatro y media de la tarde. Desfilando los siguientes pasos: “La Santa Cena”, “La Oración del Huerto”, “Jesús de la Caña”, “Jesús de la Columna”, “Ecce Homo”, “Jesús Nazareno”, “Cristo de las Misericordia” y “La Soledad”.

Publicado en Cuenca, Semana Santa de 2015
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico








  

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