domingo, 1 de marzo de 2015

Las vidrieras de la Catedral de Cuenca 1º Parte



LAS VIDRIERAS DE LA CATEDRAL DE CUENCA EN SU 20 ANIVERSARIO
El mensaje de los vitrales
Serena mañana llena de luz, pasan las horas en el interior catedralicio contemplando el avance de los colores proyectados sobre sus muros de piedra, polémica social en un principio, que dió paso al alegre cantar de los matices cálidos al disfrutar del espectáculo colorido que se experimenta a través del discurrir de las estaciones como lo expresé en la obra “Manto de Luz”. Hoy quiero traer claridad a los hechos, en el veinte aniversario de esa mañana de 1990, del episcopado de nuestro Obispo Monseñor Guerra Campos (1973-1996) donde se plasmaron los acuerdos entre la Consejería de Educación y Cultura de Castilla-La Mancha y el Cabildo para devolver el esplendor lumínico al interior de la Catedral.El 24 de abril de 1995 se inauguraba las nuevas vidrieras de la Catedral conquense.
Gustavo Torner. Vídriera de la Nave Real
No se obró sin sentido para confeccionar tal magna obra. El Cabildo elaboró un programa de contenido que fue facilitado a los artistas seleccionados, ofreciéndoles una orientación iconográfica sobre el mensaje que debía transmitir las vidrieras. No podría ser otro que la Historia de la Salvación: Creación, Redención y Glorificación.
Se encargó la obra al arquitecto D. Magín Ruiz de Albornoz y al maestro vidriero Henri Dechanet. Los artistas que intervinieron en la realización de los bocetos  empleando el lenguaje artístico de la Cuenca abstracta, fueron: Gustavo Torner (20), Gerardo Rueda (12), Bonifacio Alonso (24)y Henri Dechanet (30).
Terminados los bocetos por los artistas,  fueron sometidos al beneplácito del Obispado y del Cabildo, elaborando un informe sobre la obra la Comisión de Patrimonio Histórico de Cuenca. Aprobados los trabajos, fue la Cooperativa de vidrieros “VITREA” los encargados de hacerla realidad bajo la dirección del maestro vidriero Henri Dechanet. Se encargaron los vidrios, con la gama cromática elegida, a la fábrica francesa de Saint Just.
Creación

El programa iconográfico que desarrolla Gustavo Tornes fue la Creación, aludiendo al Big Bang, a la creación del mundo, a la cadena ADN y las lenguas de fuego de Pentecostés. En las ventanas de la bóveda, con círculos amarillos, representa a la gran explosión cósmica del Big Bang. En el lado de la epístola de la Capilla Mayor, se representa el ADN, simbolizando el árbol de la vida, plasmando con bolas de diferente tamaño y distinto color los diferentes átomos, disminuyendo de tamaño a medida que va evolucionando la materia y se hace más compleja.
ADN
En otra vidriera se representa la creación del hombre. Entre las líneas cromáticas y las burbujas de color amarillo aparece un ángulo casi recto determinando la creación del hombre como único ser racional, tomando una tonalidad más oscura que el resto del vitral, representando el pecado del hombre frente a la pureza de la Creación.
En otra de las vidrieras con tonalidades azules y fragmentadas con una recta que separa ambas tonalidades, de nuevo vuelve a representar al hombre, su conciencia e inteligencia. En la parte baja tres semicírculos a distintas alturas simbolizan la redención del hombre y el encuentro de nuevo con su creador, alcanzando la Gloria Eterna. En la parte Norte de la nave central, llamado del Evangelio, las tonalidades son algo más claras que las del Sur, en ellas se reproducen los colores cromáticos de los atardeceres de Cuenca en las distintas estaciones del año.

Retorno del alma al Cielo. Perfección de Dios
En la nave del Alba,Gustavo Torner dispuso de cinco vitrales, dos de ellos están colocados sobre las lápidas de piedra de  los obispos que ocuparon las primeras sillas episcopales de la diócesis de Cuenca. En ellos con las franjas horizontales que componen el vitral, con una diferencia cromática considerable, quiso simbolizar la subida de las almas al cielo.Los otros tres vitrales, junto con el rosetón, con nerviación ondulada vertical, incorporando burbujas circulares amarillas, con una mayor concentración según seelevan, simbolizan como la creación torna a su Creador. representado por el rosetón con formaciones de ocho espacios, con ocho cruces suspendidas en ocho brazos y en el centro el círculo, símbolo de lo eterno, de lo absoluto de la perfección de Dios.
Valga con ello mi homenaje al artista conquense, Gustavo Torner, en su noventa cumpleaños.
Cuenca, 1 marzo de 2015
José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico



Fuentes documentales:
Histocuenca II “La Catedral de Cuenca”. Obra Social de Castilla La-Mancha. 2006. Luz de cristal. Lara y Laura Martínez.

 “Palabras de cristal: las vidrieras contemporáneas de la Catedral de Cuenca”. Comunicación y Hombre. Laura y Lara Martínez, María.  2014, nº10, pp. 121-130.

 Historia visual del Arte. Claude Frontisi (Edit.Larousse)

La historia del Arte. E.H.Gombrich. (Edit.Debate).

La vidriera española. (Edit.Nerea)
Fotografía: © José María Rodríguez González

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