domingo, 19 de noviembre de 2017

Inteligente y mujer. Santa Catalina de Alejandría


Una mujer adelantada a su tiempo. Santa Catalina de Alejandría

El día 25 de noviembre se celebra su festividad.

Hoy diríamos de Catalina fue una mujer muy inteligente y culta, valores que en una mujer a finales del siglo IV no eran tenidos en cuenta socialmente hablando.
Santa Catalina de Alejandría

Nació en el seno de una familia noble de Alejandría, sus padres pronto se dieron cuenta de su gran inteligencia y le facilitaron el acceso a los estudios en ciencias y letras. Sobresaliendo tanto en sus estudios que se llegó a situarse a la altura de los grandes poetas y filósofos de aquella época.

La Catedral de Cuenca dedica una capilla a esta Santa. Se sitúa en la nave del Evangelio a la altura del Arco de Jamete. El primer propietario de la capilla fue D. Luis de Guzmán, como atestigua su escudo de armas. El espacio para la capilla fue cedido por el Cabildo en el año 1598.

Santa Catalina junto con otras santas, como Santa Margarita y Santa Bárbara, fueron calificadas, con otros catorce santos, como los más útiles para el cielo. Fue alabada por los predicadores y cantada por los poetas. Sabido es que  Bossuet, defensor de la teoría del origen divino del poder, le dedicó uno de sus más hermosos panegíricos y que Adán de San Víctor, considerado el mejor y el más grande poeta litúrgico en latín del Medievo,  escribió un magnífico poema en su honor al que tituló: “Vox Sonora nostri chori”. La Iglesia Católica, liberándola de las narraciones legendarias, la inscribió en el Martirologio Romano como “Liberum memoria”.
Catalina nació en el año 290. Su vida se enmarca en el siglo IV; un día se le apareció Cristo y desde ese momento su vida cambio, decidiendo dedicarse a difundir la verdad del cristianismo.

El emperador Majencio (306-312) fue a Alejandría para presidir una fiesta y ordenó que todos los súbditos hicieran sacrificios de toros y ovejas a sus dioses. Catalina fue obligada a ir, pero en vez de realizar el sacrificio ella hizo la señal de la cruz. Se dirigió al Emperador, presente en el acto, y sin miedo le exhortó a que conociera al verdadero Dios y dejara de hacer sacrificios a falsos dioses. Ello le valió que fuera arrestada y conducida a palacio e invitada a que repusiera su actitud, ella no sólo no cedió en su manera de hacer si no que le retó a un debate sobre la verdad y la existencia de un solo Dios.

En el debate filosófico, los 50 sabios elegidos por el Emperador fueron convertidos al cristianismo provocando la ira de Majencio quien los hizo ejecutar. El Emperador, seducido por su belleza, trató de convencerla con promesas, pero al no lograrlo mandó azotarla y después la encerró en prisión. En el calabozo fue visitada por la emperatriz, deseosa de ver a una mujer tan extraordinaria, le acompañó el jefe de las tropas, Porfirio, que también se convirtió junto con otros 200 soldados. Según cuenta la “passio”.

Cansado el Emperador de que sus promesas no tuviera el éxito esperado en Catalina, mandó que fuera torturada con una máquina formada por una rueda guarnecida con cuchillas afiladas. Al tocar el cuerpo de Catalina las cuchillas estas se doblaron sin ocasionarle ningún mal. Tras este fracaso Majencio la hizo decapitar, al igual que a Porfirio y a cuantos se convirtieron al cristianismo de sus soldados.
Capilla de Santa Catalina de Alejandría
Catedral de CUenca

Cuanta la leyenda que su tumba fue encontrada al pie del Monte Sinaí, en el monasterio que lleva su nombre. Se dice que fueron los monjes quienes encontraron una gruta en la montaña, hallando en ella el cuerpo intacto de la Santa, que había sido depositado allí por los ángeles. Por este motivo se iniciaron peregrinaciones de todo el mundo.

Su fiesta de recordatorio se celebra el día 25 de noviembre. Fue la Santa más representada en el arte después de la Virgen María en el renacimiento.

Al leer la biografía de la Santa nos encontramos con la palabra “passio”. He de decir que la “passio” es una obra originl griega que fue escrita entre los siglo VI-VIII, se cree que el redactor fue un monje del Sinaí, conocedor de los santos lugares. Esta narración fue considerada como una biografía histórica y contribuyó, en gran medida, a la difusión del culto de la Santa Catalina.

Como estudioso de la iconografía diré que los instrumentos del martirio, la rueda y la espada, y los signos de realeza y sabiduría, que son la corona y el libro, prácticamente aparecen en todas las pinturas y esculturas. Sin embargo, el signo más característico es la rueda con calvos y sierras, como instrumento utilizado en su martirio. Ello ha llevado a utilizarla como patrona todos aquellos artesanos que trabajan con rueda como; los carreros, molineros, traperos, hilanderas, ciclistas, relojeros, que una de las ruedas base del reloj le pusieron el nombre de “rueda catalina” en su honor. También es tomada como patrona de los escolares y estudiantes, de los filósofos.

Como al principio del artículo decía, la capilla dedicada a la santa en la Catedral de Cuenca fue construida a mediados del siglo XV y modificada su entrada principal en el siglo XVI con los dos arcos de medio punto. Sobre el año 1525 se hizo el retablo, reformado en el año 1598, cuando compró la capilla D. Luis de Guzmán, regidor de Cuenca.
Lo más destacado es la tabla central que representa el martirio de Santa Catalina. La composición en planos escalonados es de estilo italiano. Lo elevado del paisaje, el duro plagado del manto de la Santa y la aspereza de los rostros lo relaciona con la escuela hispanoflamenta.

Invito hacer una visita a esta rica capilla que pasa desapercibida pero que es grande tanto por la Santa que la preside como por el retablo y altos relieves que posee.

Cuenca, 19 de noviembre de 2017

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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